On the day of Santa Bárbara or Changó we went on a horseback ride through Trinidad’s valley. We rode for about 5 hours. Along the way we drank fresh coffee, saw beautiful scenery, drank sweet and refreshing guarapo (fresh-squeezed sugar cane juice), bathed in a beautiful river pool and had “lechón asao’ a la varita” (roasted pork cooked on a charcoal spit). When I reminded the barista, he made it clear by treating us with a short prayer song, that his orisha or deity was Eleguá and not Changó. I shot the video with an iPhone4s while riding the horse. I edited it with Avid Media Composer 7 while seating on an ergonomic chair. Enjoy the video!
2013-12-30
Awesome, reminds me of Hemingways’ “The Sun also Rises”, but with sweeter company :-)
Excelente.
El galopar de los caballos, el gran pilón moliendo el café, la caída del agua en el rio y ustedes disfruntando. WOW que mås se puede decir. Sea en Cuba o en donde sea es una grand bendición de nuestro Dios que hayan podido disfrutar de todas sus grandezas.
Awesome! Eres muy afortunado de estar comiendo puerco en cuba ya que la gran mayoria no lo puede hacer. Normalmente, cuanto cuestan esos paseos en caballo, y comida?
Muy lindo video!!!
Mari:
Gracias por el comentario y por seguir el blog. Sí, somos afortunados. De todas las carnes, el puerco es de las más accesibles en cuanto a precio para la mayoría de los cubanos, pero aún así solo pueden comprar poca carne al mes debido a los salarios tan bajos y a la doble moneda. También depende de la región. En Trinidad la gente vive bastante mejor que en muchas partes de Centro Habana. El cocinar un cerdo “a la varita” tanto en PR como en Cuba, es algo especial que no lo hace mucha gente porque requiere recursos, tiempo y espacio. El paseo a caballo costó 25 CUC (cerca de $27) por persona, e incluyó dos guías. La comida fue independiente del paseo a caballo y costó 10 CUC por persona e incluyó además del puerco, que estaba súper delicioso, ensalada, moros, yuca, una bebida, postre y café. Una persona muy respetada y conocida del pueblo me dijo que el pequeño restaurante, porque esencialmente es eso, es una empresa privada entre una canadiense y un grupo de cubanos, bajo la supervisión del gobierno; parte de la apertura a pequeñas empresas privadas que se está dando en Cuba.